Anderson de La Rosa es un fiel creyente del camino de Dios. Está convencido de que una fuerza espiritual labró su todo lo que iba a caminar incluso antes de llegar al mundo y él solo da los pasos que le marcaron. Y, en su destino, siempre estuvo llegar a las Grandes Ligas. No fue como lo soñó desde niño, pero lo logró en 2022.
Porque sí, aquel receptor que estuvo en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) con los Cardenales de Lara, Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes y que tenía problemas para batear consistentemente, estuvo en las mayores la pasada zafra. Fue con los Mellizos de Minnesota, que lo nombraron cátcher de bullpen.
“Me contactaron en el viaje que hice a la Serie del Caribe en Santo Domingo”, indicó de La Rosa a Sello Deportivo. “De inmediato me interesó la propuesta para ser el receptor que ayudara a los lanzadores en el bullpen y la acepté”.
Es lo irónico de la vida. Mientras estuvo en las ligas menores nunca lo llamaron a la oficina del mánager para indicarle que iba a ser promovido al máximo nivel del beisbol. En algún punto su sueño se desvaneció y, cuando dejaron de llamarlo para usarlo como jugador, se le abrieron las puertas de las Grandes Ligas. Por eso celebra de la misma forma que lo hacen los prospectos que son ascendidos a las mayores.
Estar en Grandes Ligas de una forma u otra es parte de las promesas de Dios y siempre será un orgullo»
Anderson de La Rosa sobre ser cátcher de bullpen con Minnesota
“En 19 años de carrera son muchos los obstáculos que hay que derribar y al final es Dios el que bendice”, continuó. “Estar en Grandes Ligas de una forma u otra es parte de las promesas de Dios y siempre será un orgullo, porque he trabajado duro para estar donde estoy”.
Y su trabajo convenció en Minnesota. Anderson de La Rosa afirmó que los Mellizos le dieron más responsabilidades a medida que avanzó la campaña. Luego de sus labores con los pitchers, ayudó a otros peloteros como Carlos Correa, Luis Arráez, Jorge Polanco y Gary Sánchez. “Ser cátcher de bullpen va mucho más allá de trabajar con lanzadores”, señaló entre risas.
Lo cierto es que su trabajo convenció lo suficiente a los Mellizos para renovarlo para 2023. Ahora será grandeliga por otro año y quién sabe por cuántos más.
Una mascota virtuosa
Está clara la razón por la que Anderson de La Rosa estuvo por 11 temporadas en la LVBP. Sus habilidades detrás del plato lo establecieron como un receptor defensivo élite, algo que le dio trabajo asiduamente. Primero los Cardenales lo usaron como titular y luego los Leones lo adquirieron para mejorar la profundidad en la posición y finalmente Magallanes le abrió espacio. Todo por su maestría con la mascota.
Irónicamente, de La Rosa piensa que eso no lo ayudó en nada a conseguir su trabajo actual. Después de todo, a Minnesota solo le interesaba alguien que recibiera los envíos de calistenia de sus tiradores y no alguien con un resumen curricular amplio en el beisbol. Aunque sí está seguro es que dominar el arte de la receptoría le ha permitido crear un vínculo con los serpentineros de Minnesota y, por ende, recibir buenas valoraciones de sus jefes.
“Ser un buen cátcher no abrió la puerta o por lo menos eso creo. Lo que sí tengo claro es que es una herramienta clave para desempeñar el cargo que ahora tengo”, explicó el otrora jugador. “Para trabajar con los lanzadores y compaginar con ellos se requiere esa experiencia en todo momento”.
Y no se engañe, ser receptor de bullpen tiene su dificultad. Por ejemplo, en Minnesota está Jhoan Durán, relevista dominicano que arroja rectas a 103 millas por hora y que necesita de una persona que, sin ser un beisbolista activo, esté capacitado para atrapar esa potencia. “Por eso creo que la experiencia es vital; te ayuda acoplarte con facilidad a cualquier lanzador”, aseveró De La Rosa.
Así que los Twins tendrán una ventaja que otros no. El cátcher que tienen en el bullpen está perfectamente capacitado para presentar un reporte confiable antes de iniciar el encuentro. “Del trabajo no me sorprende nada ya que por cinco años fui invitado a entrenamientos de Grandes Ligas y sabía muy bien de que trataba. Creo que me adapté rápido”, comentó.
Anderson de La Rosa disfruta su temporada baja
Por primera vez en mucho tiempo, Anderson de La Rosa no debe pensar en beisbol los últimos meses del año. ¡Tiene vacaciones! Quizás pensó en buscar un empleo secundario, pero luego de muchos viajes y atrapar lanzamientos, decidió que toda su atención será para la familia, especialmente con sus hijos.
¿Y por qué no? Afortunadamente consiguió un trabajo en el beisbol que, quizás no le dará la estabilidad económica de una estrella, pero que le permitirá estar tranquilo. “No aceptaría un empleo si económicamente no permitiría sustentar a mi entorno”, señaló.
Después de la temporada mi único trabajo es compartir con mis hijos»
De La Rosa ya no piensa en la LVBP
Se olvidó de la LVBP. Está en su casa atendiendo a sus hijos y se prepara para la época decembrina. Poco le importan las estadísticas o si un fallo en su mecánica de bateo no le permitió dejar buenos números. Tiene trabajo para 2023, por lo que no hay preocupación que empañe su presente.
Sin embargo, todavía piensa como un jugador. Anderson de La Rosa afirmó que descansará el resto del año, pero tratará de mejorar en su nueva área. Hará todo lo posible por convertirse en un buen cátcher de bullpen, rol que lo llevó a donde nunca estuvo como jugador.
“Después de la temporada mi único trabajo es compartir con mis hijos y prepararme para el próximo año”, cerró.
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