Dos campeones, con talentos jóvenes, que prometen dominar el grupo E. Tanto España como Alemania son favoritas en el Mundial. Costa Rica que vive del recuerdo de lo hecho en Brasil 2014 y se aferra a su portero Keylor Navas. Japón presenta una de sus mejores generaciones, curtidos en el balompié europeo. Todo parece muy decantado para los hispanos y teutones, pero en una Copa del Mundo siempre hay sorpresas.
La Roja de Luis Enrique
No hay un Xavi, un Iniesta, un Villa o un Fernando Torres. Tampoco un Raúl o un Butragueño. España no tiene grandes figuras que hoy por hoy luchen por un Balón de Oro. Su mayor argumento es el colectivo y una idea de juego muy clara para este Mundial. La juventud de los Pedri, Gavi, Ferrán Torres, Eric García, Marco Asensio, entre otros, puede ser un hándicap. Thiago Alcantara e Isco eran los llamados a tomar la batuta, pero no estarán.
Más allá de los jugadores, los focos van con su entrenador: Luis Enrique Martínez. El asturiano logra que corra tinta cada vez que declara en las conferencias de prensa. Los resultados lo avalan, con una semifinal de Eurocopa y una final de UEFA Nations League, contra todo pronóstico. Incluso está clasificado a otro final four de la Nations League. Críticado por prescindir de Sergio Ramos, Iago Aspas o jugadores del Betis. Sin embargo, el tiempo le ha dado la razón… hasta ahora. Toca ver en el Mundial.
Bayern Múnich en el Mundial
Cuando Hans Dieter-Flick asumió al Bayern Múnich a finales de 2019, parecía un equipo desgastado y en el fin de ciclo de varios de sus jugadores. Los revitalizó y los llevó a su segundo triplete de la historia. El estratega espera hacer lo mismo con Alemania, que viene de una Eurocopa gris y un Mundial para el olvido, tras quedar fuera en la fase de grupos. Como es habitual en Die Mannschaft, la base es del conjunto bávaro.
Bayern es líder de la Bundesliga y ganó todos sus juegos en la fase de grupos de la Champions. Los convocados que militan en el cuadro de Múnich son: Manuel Neuer, Serge Gnabry, Leon Goretzka, Joshua Kimmich, Jamal Musiala, Leroy Sané y Thomas Müller. A ellos hay que sumarles piezas de peso como: Ilkay Gündogan, Kai Havertz y Antonio Rüdiger. Un elenco muy aleman, que no tiene piedad y le gusta pasarle el rodillo a sus rivales. Flick fue parte del cuerpo técnico de Joachim Low y ahora buscará el Mundial como principal.
Rápido y furioso: Reto Tokio
Takumi Minamino y Takefusa Kubo son los nombres propios de la selección de Japón. Jugadores curtidos en el fútbol europeo y con proyección. Con la clásica velocidad que caracteriza a los elencos asiáticos, técnica depurada en los últimos años y su orden táctico, parte de su idiosincrasia. Pero ahora con mentalidad de tiburón. No les fue fácil clasificar, dependieron mucho del descalabro de Australia, pero ahora en su séptimo Mundial consecutivo darán guerra.
Una dupla de centrales de garantías con Takehiro Tomiyasu y Maya Yoshida. También en el fondo está el recordado Yuto Nagatomo, por su paso en el Inter de Milán. El futbolista que más asistencias repartió camino al Mundial fue Junya Ito con ocho. El elenco comandado por Hajime Moriyasu es democrático con el gol y no vive de sus centro delanteros. Solo dos de sus 12 dianas, en la etapa final, fueron de un «9». En el camino fueron subcampeones de la Copa Asia 2019 y quedaron cuartos en sus Juegos Olímpicos.
Costa Rica busca otro milagro en un Mundial
Nadie ponía una ficha por Costa Rica en 2014, luego de compartir sector con tres campeones del mundo: Uruguay, Inglaterra e Italia. Pasó de primera y llegó a cuartos. En el octogonal de Concacaf, en la mitad de la competición, estaba en el foso. Una racha increíble la metió en repechaje y apeó a Panamá. Con un Luis Fernando Suárez que va a dirigir sus tercer Mundial, luego de hacerlo con Ecuador (2006) y Honduras (2014), quieren obrar otro milagro.
Su gran figura es Keylor Navas, a quien se tienen que encomendar para competir. Uno de los guardametas con más jerarquía y Champions del torneo. Luego están veteranos como Bryan Ruiz, Joel Campbell o Celso Borges. Pero los ticos también tienen sangre joven con el extremo Jewisson Bennette. En defensa son una roca y la posesión poco le importa (menos de 40% de promedio por partido en el octogonal). Primero el arco en cero y luego hacer daño con el juego directo. La cenicienta del grupo, que puede convertirse en una pesadilla.
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