La asistencia del triunfo (2-1) del Barcelona sobre Real Madrid fue de Alejandro Balde, canterano y pieza fundamental en la «Xavineta». Los focos se fueron con Sergi Roberto y Franck Kessié, los encargados de inflar las redes. Muchos análisis dedicaron letras al choque de titanes ente Ronald Araujo y Vinicius Jr, como al buen rendimiento de Raphinha. Pero poca difusión mediática se le da al rol de Balde en el Barcelona, un lateral izquierdo que no estaba en los papeles de nadie.
No es un secreto que la estilo y la cantera de los culés había caído en una decadencia. En esta Liga brilla más la defensa que el ataque. Se habla más de cómo Ronald Araujo sostiene la defensa que de volantes de buen pie o extremos creativos. En parte por las lesiones de Pedri y Ousmane Dembélé. Alejandro Balde rescata ese carácter ofensivo y vuelve a poner en un buen sitio a la Masia, como fuente de talentos del Barcelona. Incluso fue convocado por Luis Enrique, para la pasada Copa del Mundo de Qatar con España.
El renacer de Marc-André ter Stegen es crucial en el cuadro catalán. Luego los fichajes de Andreas Christensen y Jules Koundé le han dado un salto competitivo a los azulgranas. Al ser el anti-vinicius, los focos van con Ronald Araujo, que no un canterano con todas las letras, al llegar muy formado de Rentistas y Boston River, de su natal Uruguay. Pero Balde le da profundidad a Barcelona por la izquierda, es un puñal por ese costado. En tiempos donde Jordi Alba era más un problema que una solución, el chamo de 19 años es un bálsamo para Xavi Hernández.
Balde sorprendió a todos en Barcelona
Con una ventaja de 12 puntos en Liga, la Supercopa de España en las vitrinas y en semis de Copa del Rey, todos ven natural a Balde como titular en Barcelona. Sin embargo, en verano le buscaban una salida en calidad de préstamo por intermedio de su agente, Jorge Mendes. El plan inicial es que realizara la pretemporada con los culés y luego se marchara. En su posición estaban Jordi Alba y Marcos Alonso. Pero el hispano se ganó la confianza de Xavi Hernández
“A este chaval no me lo toquéis”, reseñó El País sobre una frase de Xavi. Desde el cuerpo técnico de los catalanes lo tildaban como el «lateral del futuro» y no les ha fallado el tino. Aunque no todo siempre fue tan claro, porque en sus últimos años en la cantera del Barcelona, Balde fue muy irregular. “Había partidos en los que creímos que tenía un potencial increíble y otros en lo que pensábamos que no le daba”, comentaban entrenadores de la cantera. También señalaban falencia en el retroceso: “No es un problema solo de Alejandro. A los defensas de la cantera les cuesta cuando el equipo no tiene el balón”.
Todo lo pulió y lo ha puesto al servicio del equipo. En Barcelona es sagrado el 4-3-3, con dos extremos bien abiertos, pero Balde ha ayudado al nuevo sistema. Xavi optó al equilibrio con cuatro mediocampistas, contra Real Madrid hizo de «falso extremo» Gavi. La amplitud por derecha la daba Raphinha y por la izquierda el canterano. “Balde es de sorprender. De transición, de dividir, de generar superioridades con la conducción”, lo alabó el estratega azulgrana.
Un hijo de la migración
El lateral izquierdo dio sus primeros pasos en Sant Martí, de padre guineano y una madre oriunda de República Dominicana. Desde Barcelona afirmaron a El País: “Tiene esa apariencia de moderno, pero es un súper buen chico. Nunca un problema. Ni ahora ni cuando estaba en el filial”. También aseguraron que no tiene problemas en pasear por el lugar donde se crio. Humildad ante todo, no se deja marear por las luces de la fama.
“Xavi me dice que sea yo. Me pide que tire para arriba”, confesó Balde, que todavía tiene ficha del filial y el club trabaja con su agente para una renovación. En el pasado Clásico salió muy señalada su figura y la de Eric García. En la actualidad el ex City ve los partidos desde el banco y Balde es dueño de la banda izquierda, como una de las grandes revelaciones del virtual campeón de la Liga.
