El amor de Alberth Martínez por Magallanes se gestó mucho antes de 2011, cuando debutó en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Nació en una habitación de un domicilio en San Félix, estado Bolívar, siendo un niño al frente de un televisor y al presenciar los engarces de Endy Chávez en el jardín central del José Bernardo Pérez.
Fue como amor a primera vista. El José Bernardo Pérez lleno, las victorias de Magallanes y el impacto mediático de la Nave Turca flechó el corazón de un niño que, de inmediato, se propuso jugar en el profesional con el uniforme eléctrico.
Quizás por eso no tuvo dudar en firmar el contrato que lo convirtió en profesional. Sí, fue una satisfacción que los Padres de San Diego lo retiraran del deporte amateur, pero ser ficha de Magallanes era su gran objetivo. “Siempre recuerdo cuando veía los juegos de chamito desde un televisor pequeño en mi casa. Me preguntaba si yo iba a poder estar jugando en el estadio”, señaló el jardinero de 31 años de edad. “Gracias a Dios se me pudo cumplir el sueño”.
También lo fue compartir con Endy, su ídolo. Martínez recuerda sus primeros entrenamientos cuando veía a numerosas figuras, con las que conversaba, observaba y absorbía todo lo que podía. Todo lo que captaban sus ojos lo recuerda con claridad.
“Todo era increíble para mí en mis años de novato. Ver tantos jugadores que admiraba me parecía impresionante, sin embargo, Endy Chávez era de los míos. Demasiado respetuoso, dedicado y muy buen jugador”, aseguró Martínez. “Siempre fue un modelo a seguir para mí. A pesar de que ya no está activo, todavía lo recuerdo con cariño”.
Cuando vengo al estadio no estoy pendiente de los números. Solo quiero hacer mi trabajo”
Alberth Martínez
Años después, se convirtió en el rol de otros jóvenes. Muy acorde a su personalidad, sin hacer el ruido que provoca su madero cuando impacta la pelota, Alberth Martínez se estableció como figura de los Navegantes. El niño magallanero creció y ahora es uno de los bucaneros más temidos de la LVBP.
Sin ver los números
Alberth Martínez se estableció como un jugador asiduo de Magallanes en la temporada 2017-2018. Es cierto que debutó en 2011, pero entre su juventud, limitaciones y el protagonismo de otros no contaba con mucho tiempo de juego. Pero, una vez encontró espacio en la alineación, se convirtió en uno de los mejores toleteros de la LVBP.
Y no es una opinión producto de la especulación. Las estadísticas que indicarán que el patrullero de Magallanes es uno de los mejores sluggers de la LVBP, porque en el arte de producir carreras y soltar batazos de larga distancia, casi nadie será mejor que Alberth Martínez.
Durante esas seis campañas su rendimiento solo se puede definir como el de una estrella, aunque no reciba el tal reconocimiento. No le interesa. Pero alguien con una línea ofensiva de .290/.349/.843 con 37 jonrones y 143 carreras impulsadas en 223 juegos es digno de resultar. Dentro de Magallanes lidera en todos esos departamentos.
¿Conocía usted que Alberth Martínez estaba en tan buena posición en esos departamentos desde su debut? Si su respuesta es negativa no se apene, porque el propio jugador tampoco lo sabía.
“Cuando vengo al estadio no estoy pendiente de los números. Solo quiero hacer mi trabajo”, soltó Martínez luego de indicarle todos los guarismos que acumula desde 2017 y su posición en la LVBP. “Vengo a dar el 100% en cada día, pelear cada pitcheo y turno que tenga en el juego. Dios se encargará de los números que tenga”.
Es como dice Robert Pérez, el trabajo paga. Cuando lo haces, verás los frutos”
Martínez sobre su método para mejorar
Tampoco desea condecoraciones dentro del equipo. Endy Chávez, su principal modelo a seguir, fue el último capitán oficial de Magallanes, sin embargo, ese rol no es lo que más motiva a Alberth Martínez. Producir, como acostumbra, sí. Otro título para Magallanes, todavía más.
“Eso lo decide el equipo, pero aquí no hay líderes ni capitanes. Todos somos iguales, una familia. siempre que Magallanes le vaya bien, yo estaré contento. Espero que al final de este año estemos nuevamente en la final para defender la corona”, siguió.
Robert Pérez, clave en el desarrollo de Alberth Martínez
El mejor consejo que le ha dado Robert Pérez a Alberth Martínez nada tuvo que ver con bateo. Tampoco del swing o la posición que debe tener en la caja de bateo. Lo que le inculcó la leyenda de la LVBP y actual coach de bateo de Magallanes es la importancia de la preparación. Que dedicara tiempo a fortalecer su cuerpo, cumplir un programa de pesas, porque es la única forma de mantener su físico apto para la exigencia de ser un bateador potente.
Una vez lo comprendió, su carrera cambió. De hecho, su nueva ética de trabajo la nombró como la principal razón de su 2022, el mejor año de su carrera. Luego de otra campaña exitosa en la LVBP, Alberth Martínez bateó para .416 con 1.130 de OPS, con 14 vuelacercas y 96 remolcadas en 89 con los Generales de Durango en México. Fue una explosión ofensiva que le permitirá establecerse en el circuito azteca.
“No hice nada diferente, solo trabajar más. Es como dice Robert Pérez, el trabajo paga. Cuando lo haces, verás los frutos”, afirmó el jugador. “No hubo mayores cambios en el swing, ni nada. Ahora tengo una rutina antes de los juegos que cumplo a cabalidad”.

Pérez bendijo las palabras de su pupilo. El instructor no se dio los méritos de los números del jugador, tampoco de que ahora los sliders no lo engañen como sucedía en el pasado. Lo que sí se sintió orgulloso es que uno de sus peloteros entendiera lo que fue clave para él como jugador, la preparación física.
“Mi consejo era que tomara las pesas con la misma regularidad con la que practicaba bateo. Antes de las prácticas y de los juegos, debe prepararse”, explicó el coach. “El resto llegó solo. Se convirtió en un bateador más disciplinado, que aprovecha los envíos que están en strike”.
Ahora Robert Pérez teme por los lanzadores que no son parte de Magallanes. Piensa que esa producción ofensiva de su jugador se mantendrá e, incluso, no le sorprendería si mejoran. Porque sumará más experiencia, conocerá más la liga y seguramente terminará como un histórico de la organización.
“Todo gracias a su trabajo. Dedica tiempo a reconocer pitcheos, el swing, las pesas. Todo le dará frutos. Conseguirá la consistencia que solamente a través del esfuerzo es posible en el beisbol y Alberth es un trabajador que tendrá éxito”, cerró Pérez.
Así que la historia de Alberth Martínez con Magallanes es esa que todos desean tener. Un niño que soñó con ser una estrella de su equipo favorito y lo consiguió.