Desde su llegada a las Grandes Ligas en 2018, Ronald Acuña Jr. ha sido señalado como un potencial ganador del premio al Jugador Más Valioso. De hecho, el venezolano recibió votos para el galardón en cada una de sus primeras tres temporadas en el máximo escenario, únicas en las que no tuvo una cantidad de juegos limitada debido a la lesión de rodilla que sufrió en 2021.
Ese percance físico, que necesitó de cirugía, apareció cuando el jardinero de los Bravos de Atlanta estaba en medio de una campaña que prometía llevarlo directo al premio. En 82 encuentros antes de la lesión, Acuña Jr. registró una línea ofensiva de .283/.394/.594, con 19 dobles, 24 jonrones y 52 carreras remolcadas.
Mientras tanto, en la contienda anterior, el nativo de La Sabana inició el campeonato en la lista de incapacitados recuperándose todavía del procedimiento quirúrgico. A su regreso, no pudo desempeñarse al 100% de sus condiciones por secuelas de su problema físico en la rodilla derecha, pero aun así logró conectar para promedio de .266, con un OPS de .764 en 119 duelos.
A rienda suelta:
Ahora, rumbo a la campaña 2023, el patrullero admitió algo que no pudo decir durante todo el desarrollo de la zafra anterior. Su rodilla está recuperada por completo, algo que demostró en la liga invernal venezolana, en el Clásico Mundial de Béisbol y también en los recién culminados entrenamientos primaverales.
«Estoy muy feliz de decir que me siento al 100% y obviamente no he podido decir eso desde 2021, cuando me lesioné», le comentó Acuña Jr. a la prensa norteamericana a su llegada al complejo primaveral de los Bravos hace varias semanas. «Ahora, ya no hay más excusas«.
Con Venezuela en el Clásico Mundial, la «Bestia» jugó en el jardín central y se fue de 18-4, con tres bases estafadas.
Asimismo, el tres veces invitado al Juego de Estrellas también se vio en el tope de sus condiciones durante el spring, etapa en la que disputó 10 compromisos y marcó una línea ofensiva de .276/.364/.483, con un doble, un triple, un cuadrangular, tres fletadas y una base robada.
Ese bambinazo llegó en la jornada del pasado sábado ante los Mellizos de Minnesota, una conexión dantesca que salió por completo del parque. En esa misma jornada, el criollo también sacudió su triple.
Lo mejor está por venir:
Una gran cantidad de sistemas de proyecciones, como ZiPS y Steamer, pronostican que Acuña Jr. tendrá un temporadón en el que conectará para un promedio alrededor de los .273 puntos, con 30 vuelacercas y un WAR de unos cinco puntos.
Sin embargo, hay una estadística en particular en la que ambos sistemas discrepan. ZiPS espera que el dos veces Bate de Plata se robe 28 almohadillas, mientras que Steamer tiene entre sus proyecciones que serán 43. La meta de Acuña Jr. va mucho más enfocada en esta última.
«Primero que nada, mi objetivo principal es mantenerme tan saludable como sea posible», le dijo el guardabosques a The Athletic. «Mi meta es jugar todos los días. Con eso dicho, quiero robar tantas bases como pueda«.
Con su salud de vuelta, dicho objetivo luce completamente al alcance para el venezolano. Después de todo, en 2019 se quedó a solo tres bases robadas de convertirse en apenas el quinto miembro en la lista histórica de jugadores con 40 jonrones y 40 impulsadas en una misma contienda.
De conseguirlo este año, Acuña Jr. se sumaría a José Canseco (1988), Barry Bonds (1996), Alex Rodríguez (1998) y Alfonso Soriano (2006), tres de ellos ganadores del premio MVP, en el listado de todos los tiempos.
La cantidad de almohadillas estafadas no suele ser un requerimiento para la obtención del galardón individual más importante de cada circuito; de hecho, el MVP con mayor número de robadas en la última década fue su compatriota José Altuve (32) en 2017.
Pero la meta general de Acuña Jr. es muy clara: hacer historia rumbo a la obtención de su primer premio al Jugador Más Valioso, aprovechando una salud que cuando lo acompaña, lo hace indetenible.